La pre-adolescencia es una etapa del desarrollo humano que se
encuentra entre la niñez y la adolescencia. La edad varía entre los 9 y los 12
años para las niñas y entre los 11 y 12 años para los niños.
Durante esta etapa, los niños empiezan a experimentar una serie de cambios en su forma de pensar y sentir, en su cuerpo, sus intereses, en la forma como se comunican con los demás, etc. Es aquí cuando los padres se dan cuenta que tienen problemas para comunicarse asertivamente con ellos y que las cosas de las que antes disfrutaban ya no les parecen atractivas.
Es común que los padres manifiesten cierta frustración al percatarse de que ahora existe una barrera de comunicación entre padres-hijos. El mundo que conocían ha empezado a cambiar y los pre-adolescentes se preparan para iniciar el camino hacia la adolescencia.
Es muy común que los pre-adolescentes muestren mayor interés por pasar más tiempo con sus amigos, por ser más independientes, por tener la oportunidad de elegir y sus intereses cambian, pero es aquí en donde la guía y supervisión de los padres es de suma importancia, ya que los preadolescentes pueden estar expuestos a situaciones que perjudiquen su salud o su seguridad ya que aún no son capaces de medir consecuencias y se creen “invencibles”.
Cambios comunes en los pre-adolescentes:
- Cambios físicos: Comienza el desarrollo sexual y se observan cambios en el cuerpo, cambios en la piel, etc.
- Cambios emocionales: Muestran distintas reacciones a situaciones particulares, por lo general irritabilidad o hipersensibilidad, cambios bruscos en el estado de ánimo, entre otros.
- Cambios Sociales: Buscan pasar más tiempo con amigos, ocultan información a los padres, crean alianzas, manifiestan interés por asistir a lugares frecuentados por gente joven como fiestas, centros comerciales, restaurantes, gimnasios, entre otros, sin la compañía de los padres.
- Cambios de Pensamiento: Buscan su individualidad, cuestionan reglas, piden explicaciones, luchan por sus derechos, se acrecienta el interés por temas de sexualidad pero evitan hablarlo abiertamente con sus padres.
Todos estos cambios pueden ser observados durante la pre-adolescencia, pero es importante saber que tanto los cambios físicos, como los emocionales, varían en cada preadolescente según la predisposición genética, su historia familiar, valores, y el apoyo social que reciben.
Tips para padres:
- Comprenda el proceso por lo que está atravesando su pre-adolescente. Y sepa que este proceso y estos cambios son normales.
- Respete su individualidad.
- Hable con él, aproveche las comidas familiares para compartir en familia.
- Hágale saber que usted estará allí para él y que podrá contar con usted siempre.
- Motívelo a comunicar sus pensamientos y sentimientos.
- Promueva su independencia, pero estableciendo límites claros, ya que la estructura les proporciona seguridad.
- Respete esos límites y establezcan en conjunto consecuencias razonables, propiciando que él reconozca sus fallas.
- Si necesita llamarle la atención, hágalo en privado para no avergonzarlo.
- Conozca a sus amistades e involúcrese en actividades que sean de su interés.
- Sea accesible a temas que sean de su interés, hable con él abiertamente.
- Practique la comunicación asertiva.
Es muy importante no olvidar que este proceso no es más que una etapa normal por la que atraviesan todos los seres humanos, en la que esperan experimentar nuevas cosas y que es temporal.
La labor de los padres es proporcionarle a su pre-adolescente un ambiente agradable, de confianza, de amor incondicional y respeto, aun cuando su hijo rete la autoridad. Infórmese, busque bibliografía, asista a talleres para padres, programas educacionales, etc. para que su tarea sea más amena.